viernes, 4 de mayo de 2012

Yo confieso...

He leido Yo confieso, como una historia sobre el mal, contada con oficio y con amor. Imposible no sentir afecto y ternura por sus atormentados protagonistas: Adriá que se reconoce en su padre a su pesar, el amigo que desespera con sus propios talentos y corre detrás de los que no posee, la mujer de Adriá tan sensible y con tanto dolor dentro, todos los personajes que giran en torno a la historia del violín , y que el autor alumbra a lo largo del relato y del tiempo para hablarnos de lo mejor y lo peor de la naturaleza humana.

No quiero entrar en las cuestiones formales ni literarias, no me considero la más autorizada para ello, pero si quiero compartir el sabor que me dejó la historia de el mal y la belleza de los objetos como ejemplo de la capacidad humana para crear lo más hermoso y el mayor de los horrores.

¿Cuál es el papel del mal en la historia humana?¿ Es sólo la suma de la codicia y de las pasiones individuales? ¿Está escrito en nuestra naturaleza, y si es así cual es su finalidad? Algunas de estas cuestiones son objeto de reflexión, no sólo para mí y no sólo en la literatura, sino también para la ciencia, la cual todavía carece de respuesta para ellas, pero sigue buscándola. De momento he encontrado alguna luz de estos aspectos al leer la autobiografía de la neurobióloga y premio Nobel, Rita Levi Montalcini, la cual nos dice en Pasado Imperfecto

      “… es la imperfección y no la perfección la que se encuentra en la base de la actuación
humana” (pág.366 de su libro)

Mientras la ciencia no nos aporte otras respuestas, siempre nos quedará la literatura aportándonos un poco de luz hacia lo humano.

1 comentario:

  1. Muy bueno tu comentario Fer, muy sugerente e interesante. Gracias por la cita y la recomendación. Un abrazo enorme.

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