Apuntillos a la -¿bien/mal?- llamada novela de Anticipación Social
1ª entrega
Me estaba ya dando una cierta vergüenza hablar en el grupo, en alguna ocasión que otra, de novela de anticipación social y decir al respecto una o dos generalidades. De esa vergüenza nacen estas notas que, posiblemente no sean más que, no ya solo una o dos, sino cuatro o cinco, generalidades al fin y al cabo.
Criterio nº 1: La novela de A.S. no es ciencia ficción porque en ella no se apela a universos distantes. Sus historias son contemporáneas, fechadas y ancladas en la realidad de los seres humanos. Es verdad que Will Self, uno de los escritores-bandera de esta categoría, se aleja a veces mucho de esa realidad (en Grandes simios, por ejemplo), pero lo hace con la precaución suficiente para no salirse del campo de comprensión del lector actual.
Criterio nº 2: La novela de A.S. se organiza, casi siempre, en torno a una estructura narrativa tradicional. A Scott Fitzgerald, considerado como padre fundador, le interesa más el fondo que la forma. A los novelistas de la A.S. tampoco les preocupa especialmente la investigación formal en sus historias. En este sentido, me atrevería a decir que la mayoría de sus novelas son “populares” (muchas han sido bestsellers en sus países de origen y muchas han sido criticadas, negativamente, por su pobreza formal). Su estructura suele ser lineal y con enfoques narrativos tradicionales (omnisciente, por ejemplo, en Martin Amis, o adoptando el punto de vista de un personaje en los casos de Douglas Coupland y Will Self). Quizá sea Martin Amis el que más se preocupa de las cuestiones formales; sobre todo en una de sus mejores novelas, La flecha del tiempo.
Nota: Dejaré para la 2ª entrega otros dos criterios, los más interesantes, así como un pequeño rosario de los novelistas que aparecen más frecuentemente adscritos la novela de A.S.
Chau, chau..
Sergio
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